En SWT, creemos que es clave mantener un sistema de colaboración con nuestras comunidades, facilitando la producción de la stevia en regiones locales de todo el continente americano, y asegurando que nuestras cadenas de suministro procedan de empresas locales.

Hoy es más importante que nunca poder confiar en las cadenas de suministro, por lo tanto, sabemos que es esencial elegir un proveedor que invierta en la comunidad local. Llevamos 15 años cultivando nuestra stevia en Norteamérica. Comenzamos en Nayarit, México, en 2008 y luego en nuestros campos de Carolina del Norte en 2018. Esto significa que el dulzor saludable que disfrutas en cada bocado es el sabor de un compromiso sólido con nuestro continente. Mientras que reconocemos que Asia desempeña un papel importante en la producción de stevia, en SWT estamos comprometidos a contribuir al desarrollo de una industria local de Stevia, asegurando que las empresas puedan optar por recibir un suministro local que no se vea afectado por los vaivenes del comercio mundial. «Tenemos el firme compromiso de ser el principal productor de stevia de Norteamérica. Esto requiere una inversión significativa en la mejora genética, el desarrollo de cultivos y el sistema tecnológico agrícola», declaró Javier Sainz, CEO de SWT. «La falta de prácticas estandarizadas en el desarrollo del cultivo de stevia ha sido probablemente el mayor fracaso en el desarrollo de relaciones sólidas con los agricultores, y SWT está abordando esto de forma responsable.»

Cuando iniciamos nuestra actividad hace más de 15 años, no existía un desarrollo real de la stevia como planta de cultivo comercial. Entonces, comprendimos que para maximizar la capacidad de esta planta tan asombrosa, necesitábamos desarrollar un sistema técnico completo que mostrara al mundo el poder de la stevia. A pesar de que todavía estamos trabajando en ello, hemos avanzado y estamos orgullosos de la situación actual de la stevia.

Evidentemente, no fuimos los primeros en plantar stevia en esta región. Sin embargo, hemos sido más afortunados que muchos de nuestros predecesores. Quizá las causas de fracasos anteriores pueden atribuirse a la falta de compromiso, o bien a la falta de coherencia por parte de otras entidades interesadas en la agricultura estadounidense, así como a las dificultades para garantizar un mercado estable para los cultivos.

SWT ha identificado algunas de estas fallas, por ejemplo:

• La falta de herramientas técnicas y prácticas agrícolas suficientes para garantizar plantas sanas y estandarizadas, incluyendo medidas para controlar plagas y el proceso de cosecha.
• Insuficientes variedades de Stevia específicas del sitio. Aunque la stevia es una planta muy versátil es necesario adaptarlas a las condiciones de latitud, lluvia y temperatura para maximizar la producción y la uniformidad.
• Mecanización del trabajo: dificultad para encontrar el equilibrio entre la eficacia de las máquinas y la labor humana en el cuidado de los cultivos.
• La falta de un mercado estable a largo plazo para los cultivadores, donde las hojas puedan comprarse a un precio justo, con la garantía de que los productos serán aceptados por los mercados de exportación.
• La ausencia de pautas para la importación de productos hacia y desde China restringe la capacidad de los productores para hacer negocios con este mercado.

Afortunadamente, los avances tecnológicos y económicos nos han ayudado a superar estos obstáculos, construyendo un mercado dinámico y moderno. En SWT creemos que apoyar a los agricultores locales desde la preparación de la tierra hasta la cosecha es clave para generar un mercado activo para sus cultivos, contribuyendo de esta manera que el comercio se mantenga local y próspero.

Asimismo, nos hemos asegurado de formar parte activa de la industria local. Hemos sido testigos de los retos del cambio climático, y por eso nos comprometemos minimizar nuestras emisiones lo más posible, aunado a un trabajo directamente con nuestros mercados locales para luchar contra el calentamiento global y crear un mundo más sostenible. De hecho, este compromiso nos ha llevado a ganar un premio de economía circular en Chile. Además, hemos colaborado con científicos de la Universidad de Clemson, en Carolina del Norte y del Sur, para participar más activamente en la mejora de las variedades de stevia y en la creación de programas de cultivo en asociación con otras importantes universidades estadounidenses. También hemos trabajado con colaboradores israelíes y hemos sembrado stevia en tres regiones de México, siendo los mayores productores de stevia con más trayectoria del país.

Con todo esto a nuestro favor, estas colaboraciones locales nos ayudan a desempeñar nuestro importante papel en los esfuerzos por reducir el consumo de azúcar. Así, trabajamos para crear fórmulas alternativas con menor cantidad de azúcar en productos de consumo masivo, como leches saborizadas, yogurts y bebidas energéticas. Para ello, nuestros laboratorios en Chile, México, Chicago y Los Ángeles nos permiten abarcar mercados de vital importancia en todo el continente americano, mientras nos aseguramos de que cada parte del proceso se realice de manera local.

Además, estamos convencidos de que la siembra, el procesamiento y la distribución local de la stevia nos permite reducir nuestras emisiones de carbono, lo cual hace una diferencia en las comunidades que trabajan con nosotros. Cuando decides cambiar el dulzor del azúcar por el de stevia, estás tomando una decisión sostenible que ayuda a combatir el cambio climático, contribuyendo a una reducción del 70% de emisiones de carbono.

Sin embargo, además de la cadena de suministro local, hay otros factores que hacen de SWT una empresa ecológica. Por ejemplo, tenemos un proceso de purificación 100% en base agua, libre de alcoholes, y comprometido con la salud del consumidor y con el medio ambiente. Aunado a lo anterior, la stevia es increíblemente eficiente en cuanto al uso de la tierra. Al plantar stevia se utiliza menor cantidad de territorio, agua y recursos que la mayoría de los azúcares y edulcorantes comerciales. Creemos que es esencial aprender a maximizar las cosechas en este continente que está enfrentando cada vez más problemas por falta de agua, y la stevia rebaudiana es perfecta para esta lucha: ofrece casi 10 veces más dulzor por hectárea si la comparamos con su primer competidor, que es el maíz. Y esto es posible con 90% menos de agua que otros cultivos equivalentes.

Cuando pensamos en la importancia de la producción local, lo hacemos ayudando a los agricultores a maximizar su potencial, ideando cómo contribuir con medios para extraer y purificar los cultivos de manera local y un negocio que no tenga tarifas internacionales que puedan perjudicar a los agricultores.

Asimismo, pensamos en maneras de construir el conocimiento necesario para cultivar, procesar y formular plantas de stevia que nos ayuden a producir un dulzor saludable y alimentos beneficiosos para la salud. Sabemos que 50% de los estadounidenses evitan el uso de sustitutos de azúcar porque les disgusta su sabor. Por ello, tenemos una excelente oportunidad para demostrar que la stevia puede ayudarnos a disfrutar alimentos más saludables, con gran sabor, producidos localmente en cada paso del camino, desde el campo hasta la mesa.