Recomendaciones de la OMS sobre los NNS: ¿estamos pasando por alto una gran oportunidad?

La Organización de las Naciones Unidas ha encargado un informe sobre los edulcorantes no nutritivos (NNS – por sus siglas en inglés) para obtener una herramienta de control de salud pública que sea un nuevo hito en la guerra contra la obesidad y las enfermedades no transmisibles. La ciencia respalda algunos sustitutos del azúcar que aportan estructura y dulzor, como la inulina y la stevia. Entonces, ¿estamos pasando por alto una enorme oportunidad de lograr un cambio positivo?

 

El informe reciente de la Organización Mundial de la Salud está diseñado para orientar a legisladores en la elaboración de políticas públicas y para promover los objetivos de salud pública, especialmente a la hora de sustituir los azúcares tradicionales por edulcorantes alternativos sin azúcar (Non-sugar sweeteners – NSS), lo cual se ha visto que es el mayor reto al que se enfrentan las organizaciones sanitarias en un futuro próximo.

El informe de la OMS, una revisión bibliográfica cimentada en gran parte del corpus de investigación existente sobre la stevia, se basó en las pruebas de 283 estudios aleatorios que demostraron que la eliminación del azúcar en la dieta puede conducir a la pérdida sostenida de peso, entre otros beneficios para la salud. Un meta-análisis de 45 estudios donde la ingesta diaria de azúcares se redujo en 38,4 gramos en promedio resultó en mejoras para la salud.

Los participantes de estos estudios procedían de diversas naciones, incluidos países con altos niveles de obesidad como Estados Unidos, México y el Reino Unido. Aquellos que consumieron más NSS (y por lo tanto menos azúcar), tuvieron «menor peso corporal y un menor IMC como resultado». También se señalaron los efectos positivos de la stevia en la reducción de las caries dentales, con dos estudios que demostraron que la disminución del consumo de azúcares (sustituidos por la stevia), condujo a mejores resultados orales y menos caries en general.

El informe no recomendó la stevia como herramienta para promover medidas de salud pública debido a que la OMS encontró poca confianza en gran parte de los estudios analizados. Esto se debe en parte al volumen y la diversidad de los estudios incluidos (que contienen análisis de los efectos de los NSS en el IMC, la salud dental, el desarrollo fetal y el crecimiento en adultos jóvenes). Este enfoque mixto del análisis, unido a algunas cuestiones metodológicas en torno a los propios estudios (el informe cita que «la mayoría de estos estudios proporcionaron NSS o alimentos y bebidas que contenían azúcares libres además de las dietas existentes y, por tanto, no midieron directamente los efectos de la sustitución de los azúcares libres por los NSS») sugiere que el alcance de la investigación de la OMS sobre la stevia buscaba demostrar la completa validez de los NSS como alternativa al azúcar, y no identificar directamente el beneficio para la salud de la planta.

Por ello, es difícil saber si la reticencia de la OMS respecto a la recomendación de los NSS como pilar fundamental de la salud pública se debe a una falta de confianza, o simplemente a que no es una solución «única» para el problema. La stevia en sí misma no es un producto nuevo; lleva más de 15 años totalmente integrada y formulada como parte central de nuestra comprensión de los sistemas modernos de edulcorantes saludables.

Si nos basamos en una revisión exhaustiva de la investigación disponible, es evidente que podemos rediseñar por completo la percepción del dulzor y convertirla en una experiencia saludable y baja en azúcar, y esto puede lograrse gracias a la stevia. Por ejemplo, hay evidencias de que compuestos como la fibra de inulina pueden ser beneficiosos para nuestro sistema digestivo ya que estimulan el crecimiento de bacterias saludables en el intestino humano (1,2), y el consumo de stevia puede proporcionar beneficios significativos para la presión alta y los niveles de glucosa en sangre en personas con diabetes de tipo 2. Estos descubrimientos están bien documentados en revistas médicas serias y prestigiosas, y la investigación sobre los efectos de la función de las células beta pancreáticas está publicada en Nature (3).

El problema al que nos enfrentamos es que la generalización de los NSS (como la que hace la OMS en su informe) puede hacernos perder la oportunidad de rediseñar la experiencia del dulzor desde el punto de vista de la salud.

Además de los beneficios directos para la salud que ofrece la stevia, sabemos que vivimos en un planeta inmerso en la crisis climática. El informe no examinó la sostenibilidad excepcional que ofrece la stevia, ni la necesidad de utilizar de forma extendida aquellos cultivos de mayor rendimiento en menores extensiones de tierra y con sistemas ecológicos de procesamiento, un ámbito en el que la stevia (y SWT en particular) es especialmente admirable.

Estos beneficios son tangibles: en cuanto a la equivalencia de dulzor por superficie de cultivo, las cifras de la stevia son notables. En 2022, la extensión total de siembra de remolacha azucarera, caña de azúcar y maíz en los Estados Unidos fue de 5 millones de acres, que produjeron un total equivalente a 15,7 millones de toneladas de azúcar. Esto es aproximadamente el tamaño del estado de Nueva Jersey. Este total de 5 millones de acres requiere 23,298 millones de metros cúbicos de agua al año, casi el 15% del lago Tahoe. Esta área podría ser reemplazada por 0,15 millones de acres de stevia (considerando la equivalencia de dulzor de la stevia y el rendimiento de los cultivos), con un consumo de agua de apenas el 4,4% del agua utilizada por los edulcorantes calóricos, lo que resulta en una reducción general del 91% de la huella hídrica del campo a la mesa.  Al examinar la huella de CO2 se observa una reducción de alrededor del 70% cuando se comparan la caña de azúcar y la stevia en sus potencias de dulzor y rendimientos por hectárea equivalentes (4,5), lo que convierte a la stevia en una candidata indiscutible en el impulso de la producción neutral en cuanto a emisiones de carbono.

Aunque la experiencia y la metodología de la Organización Mundial de la Salud son intachables, y aunque está claro que el informe sobre la inclusión de los NSS como estrategia de salud pública está bien fundamentado e investigado, los informes y estudios existentes dificultan la posibilidad de aceptar que el informe sobre los NSS representa un análisis de los beneficios para la salud de la stevia en comparación con los azúcares libres. Como tal, esto perjudica la verdadera alternativa a la dieta insostenible que está causando graves daños a la salud mundial en la actualidad. Si a esto se le suman los beneficios medioambientales de la disminución de la contaminación, el uso del agua y la producción de carbono, la stevia parece ser la candidata obvia para impulsar la revolución de los NSS.

 

Referencias

  • Meyer D, Stasse-Wolthuis M. The bifidogenic effect of inulin and oligofructose and its consequences for gut health. Eur J Clin Nutr 2009;63(11):1277-89.

 

  • Roberfroid M, Gibson GR, Hoyles L et al. Prebiotic effects: metabolic and health benefits. Br J Nutr 2010;104(Suppl. 2):S1-S63.

 

  • Philippaert, K. et al. Steviol glycosides enhance pancreatic beta-cell function and taste sensation by potentiation of TRPM5 channel activity.Nat. Commun. 8, 14733 doi: 10.1038/ncomms14733 (2017).

 

  • British Sugar Company: http:/www.silverspoon.co.uk/home/aboutus/carbon-footprint, Feb 2008.

 

  • Ashwell M. Stevia, Nature’s Zero- Calorie Ssustainable Sweetener: A New Player in the Fight Against Obesity. Nutrition Today. 2015; 50(3): 129-134. Doi: 10.1097/NT.0000000000000094.